En septiembre de 2005 cuatro amigos decidimos recorrer los Pirineos en bicicleta. Por delante teníamos 1.000 kilómetros y 22.000 metros de desnivel, pero contábamos con buena dosis de paciencia, grandes desarrollos y ninguna prisa. Prescindimos de vehículo de apoyo, lo que suponía cargar con todo lo necesario, pero lo que nos reportaba a su vez gran libertad para diseñar las etapas y los descansos a nuestro antojo.
Después de quince días de despedirnos del Mediterráneo en Llanca, nos dábamos un chapuzón en las aguas del Cantábrico en Hondarribia.

2 comentarios:

Miguel R. Gimenez dijo...

Planeando mi(futuro)viaje en bici a Cuba encontré vuestro blog de viajes... y me encontre el de la travesia del Pirineo, que quizás haga estas vacaciones de Pascua.
Magníficas fotos y comentarios prácticos.
Ojalá tuviera yo un trabajo que me permitierea viajar fuera de "temporada": desventajas de ser maestro de inglés.
Un cordial saludo desde Capellades (Catalunya).

Miguel R. Gimenez dijo...

Planeando mi(futuro)viaje en bici a Cuba encontré vuestro blog de viajes... y me encontre el de la travesia del Pirineo, que quizás haga estas vacaciones de Pascua.
Magníficas fotos y comentarios prácticos.
Ojalá tuviera yo un trabajo que me permitierea viajar fuera de "temporada": desventajas de ser maestro de inglés.
Un cordial saludo desde Capellades (Catalunya).